El diluvio de la madrugada del viernes fue un presagio. El veranito vivido 7 días antes terminó sin esperar al 21 de Marzo. San Pedro abrió la ducha y nos embarró la cancha. Los arabescos Mazawat concentraban fuerzas mientras Tu Vieja recorría bares, o incluso dormitorios de damiselas que se enamoraban y trataban de ser correspondidas por SMS.
Mandamos "resaca" al 2020, jugamos con un arriesgado 3-3 y a los cinco minutos ibamos 1 a 1. Pero los números se fueron al carajo... los rivales parecían el Boca de los primeros 15 minutos y nos clavaron 4 antes de terminar el primer tiempo, era baile.
Champi, enfurecido, salió del arco y se deslizó por el lodo, comprandose todos los números de "la patada del partido" que rifaba el equipo de rojo y negro.
Adivinará el lector que Champi ganó el sorteo, y después de amenazar de muerte al jugador, su novia, el árbitro y la moza que aumentó los choripanes (y los flotadores), se convirtió en fuente de inspiración del mismísimo Enrique Pinti, con un rosario de puteadas y un pollo volador que según el telebean, voló 3 metros 4 centímeros.
Ya el goleador había anotado su gol otoñal, en el ocaso del veranito futbolero. La hinchada del Antifútbol, agradecida. El capitán volvió con todo y garantizó 7 pepas en nuestro arco. La heladerita azul hizo lo que pudo, en el día de San Patricio. Aunque jamás será como la gran heladera Rosita, que a pesar de los hielos y el frío de un verano que ya pasó, no temblaba de frío, sino de ganas de besar a Quiqui.
19.3.07
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3 comentarios:
Excelente como es de costumbre Ninja! Creo que lo que falta es fútbol, solo un detalle
groso papi, pero... dnd mierda está el medallero???? vili seguís con resaca después del casorio?
VILITAS DEBE EL MEDALLERO Y LAS FOTOS TODAVÍA...
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