Llegó la hora de cambiar. El trayecto será otro, las canchas serán otras. El futbol de tetas tendrá nuevas caras y nuevos todo-lo-demás. Extrañaremos (?) a la moza de sonrisa tan grande como sus flotadores. No volveremos a saber del árbitro amigo, ni del gnomo, ni de Ghengis Kan.
Si hay tiempo y decisión (cuec) las camisetas blancanieves dejarán de distinguirnos.
El capitán tendrá que iniciar un nuevo romance, ya sin Rodi. Pero el capitán, ya no es el capitán...
Las canchas cambiarán y capaz que hasta tengan más de 30 centímetros ininterrumpidos de pasto.
Son muchos los cambios, pero Tu Vieja sigue siendo la misma, y los mails para ver quienes juegan y como van, seguirán siendo un quilombo.
Juan no deja de tener más resacas que pelos. Y Jere no va a elogiarse cuando la tire afuera. Pedro, aunque casado, no deja de ser Ladilla, ni de chocar con piernas y palabras contra las defensas rivales. El Nono jugará su tiempo y monedas en cada partido, para salir y refrescar sus piulmones con un cigarro negro, representante inequívoco del grupo todo. Quiqui quedará rengo al menos tres veces en el torneo pero aprovechará el tiempo afuera para chamuyarse al veedor y que le suba la nota. Harry, bueno Harry sorprenderá, si no no sería él. Afeitadas en el vestuario, laborioso y enigmático como es. Rolo, no va a hablar mucho más que ahora, pero va a decir simpre la justa y seguramente callado siga siendo figura. Champi, roto, hará gala de su amplio vocabulario soez y su capacidad de gargajear a distancias increíbles. Vilitas mutará ida y vuelta de Lucho "esternón fresco" González a Blas Armando "vo´queré morí en esste inssstante" Giunta una y otra vez. Raich deslumbrará con su finta fantasma antes de cansarse y sentarse a un costadito. El Largo con sus proyecciones mágicas, no va a definir un partido. El otro Pedrito, el gran Facal aportará lo suyo, con esa voz zen. Y yo, desde acá, me preguntaré todos los sábados como mierda salieron, por cuánto habrán perdido y cuando volveré a jugar con Tu Vieja.
Les dejo dos fotos y un abrazo.
